RESISTENCIA A LA TACNEÑA

 

“¿Quién habla de victorias?, resistir lo es todo”

Rainer María Rilke

 

El libro "Cartas a un joven poeta" del escritor austríaco Rainer María Rilke (1875-1926) fue publicado en 1929 (año importante) por quien fuera el destinatario, su compatriota, también escritor y periodista Franz Xaver Kappus. La primera misiva de Rilke, que abre el libro luego del prólogo de Kappus, está fechada el 17 de febrero de 1903, hace ciento diecisiete años. Se trata de un maravilloso y muy recomendable libro que, a pesar de su corta extensión ha influido notablemente en las letras del siglo XX.  Y no solo eso, sino que además creo que se ha constituido en un documento universal de reflexión humana, lindante con la filosofía y con la ética. 

Con el objetivo de contextualizar un poco más, es preciso hacer mención que tres años antes de comenzar la correspondencia, Rilke escribió el “Réquiem para el poeta Wolf von Kalckreuth”, quien se suicidó a la edad de diecinueve años. Ese hecho lo conmovió profundamente y definitivamente influyó en el autor para decidirse a mantener el contacto con Kappus. La línea final del “Réquiem” dice: “¿Quién habla de victorias? El resistir lo es todo” Naturalmente, se trata de no esperar de la vida los éxitos y que ellos la justifiquen, sino más bien de un objetivo más modesto: oponer resistencia. Y es aquí, en esta potente palabra donde encuentro el link que me lleva (o me trae) a mi Tacna querida, la de ayer, la de hoy; la de siempre.

Si tuviera que elegir un solo atributo como la principal característica que mostrara Tacna durante los cincuenta años de cautiverio, este sería sin dudarlo; la resistencia. Contamos gracias a Dios con varios relatos debidamente registrados que son muy ejemplificadores de la oposición tenaz al intento de chilenización que tuvo que soportar nuestra ciudad. Desde el bastión de la cultura y la conciencia, empuñando con firmeza y decisión la espada de sus principios; en este caso, principios patrióticos, Tacna dio cátedra de lealtad al Perú. La historia no me dejará mentir, y ha dado cuenta que gran parte de esta resistencia se realizó en la trinchera del hogar, bajo el cobijo de la familia, y donde la figura materna cobró notable trascendencia. El invasor hizo lo que pudo desde su parafernalia estatal, pero no logró con ello menguar la consistencia de lo que se transmitía con amor y fidelidad en la intimidad de los hogares tacneños, en aquellas primeras décadas del siglo XX.

Este glorioso ejemplo de estoicismo y resistencia viene a mi mente con una gran carga de emoción, es cierto, pero hoy además creo que nos debe llegar acompañado del reto de afrontar correctamente los tiempos que nos toca vivir. Tiempos en que también sufrimos un ataque desde lo cultural, que pretende anular nuestros principios y derechos fundamentales. Bombardeos diarios de un discurso único que a través de los medios de comunicación ha llevado a mucha gente a renunciar voluntariamente, por ejemplo, a conocer la verdad de los hechos, asumiendo como cierto todo lo que se digita en las salas de redacción de los grandes conglomerados empresariales de prensa. Ataques mentales que generan zozobra y que orillan a la gente a ir corriendo a los brazos del cada vez más “omnipotente” estado. Premeditados discursos infestados de vocablos manipulados ideológicamente, irrespetando la etimología y la gramática como les viene en gana. Sí, estos son tiempos de lucha cultural también. Este nuevo conflicto no se desarrolla en la tierra ni en el mar, sino en la mente de las personas. Si ganas la mente de una persona, habrás ganado su voluntad, y por ende, su esfuerzo, su trabajo, y todos sus recursos. El miedo, por supuesto, juega un papel importante.

Es interesante que el vocablo resistencia proviene del latín resistentia, que a su vez está compuesto por el prefijo re; que explica la intensificación de la propia acción, y del verbo sistere, que deriva del verbo stare, que se traduce como 'mantenerse o estar en pie'.  Acaso no sea ese nuestro deber, hoy más que nunca: permanecer en pie. Y al igual que Tacna durante el cautiverio, ¿no será que nuestro principal bastión contracultural sea la familia? A pesar de ser tan atacada y menospreciada, tan subestimada y a veces burlada, creo que la familia tiene mucho que aportar en la actual resistencia que nos toca sostener. Aún hay mucho por decir al respecto, pero por ahora lo dejo aquí.

Escrito por: https://www.facebook.com/joseenrique.acostabasurco