Dante Alighieri nos hizo un tour guiado por el cielo, el purgatorio y el infierno en su “Divina Comedia” elaborando un excelente y entretenido manuscrito publicitario para la religión de la época, basado en aquella cultura del miedo, este último pieza clave del Marketing impuesto en esa coyuntura, donde absolutamente todo giraba en torno a la iglesia católica. En
la música, este recurso destacó con fineza. Niccolo Paganini gran violinista,
desde sus 5 años fue reconocido ya que su madre afirmó que el diablo se le había presentado en sus sueños diciendo que su
hijo sería un gran músico. Dicha manifestación no fue desperdiciada por su representante
afirmando que Paganini compuso sus mejores piezas en un cementerio y a la media
noche. Dejó correr el rumor que las cuerdas de su violín eran elaboradas de
viseras humanas y su pacto con el diablo era inminente para tan rotundo éxito. El
público lo aclamaba, sus conciertos eran de lleno total y su desmejorada
apariencia física hacía de este un personaje cada vez más enigmático y más
exitoso. Éxito que por su vida bohemia y desenfreno con las mujeres no tuvo un
buen final. De otro lado, tenemos a Mozart. Desde niño sus padres decían
que su talento solo podía corresponder a una bendición de Dios, por lo cual todas sus piezas y composiciones
eran melodías celestiales a los oídos de quien emocionado gozaba de sus
interpretaciones. El éxito que acompañó a Mozart fue mientras todos decían que
sus melodías eran magnificas para espantar malos espíritus y ánimas demoniacas.Cuando Mozart en la adultez pudo manejar su carrera musical, evoca
más su amor por lo humano, que su fervor por lo divino y asume con mucha
valentía, ante la sociedad rígida de la época, mostrar una intensidad trágica
de su propio universo en cada pieza que componía, y como ya todos saben murió
en la absoluta pobreza.
Algunos metafísicos dicen que existe una conexión
inexplicable entre las cinco líneas de una partitura con la divinidad de las
siete notas musicales, la numerología aún no determina con claridad porqué
estos números maestros y la genialidad de músicos y compositores pueden otorgar
al ser humano emociones y sensaciones de placer, rechazo e incomprensión.
Lo cierto es que la música, la literatura y el marketing
continuarán acompañando nuestra evolución o involución. Destaco aquí la frase
de Nietzsche quien dijo que “El diablo creó al hombre en un descuido de DIOS”.
Escrito por: Yoici Gonzales Herfer.
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